¿Es Bíblico el Rosario?
Los católicos queremos seguir los pasos de Dios, guiados por la Biblia: el Padre: “el sexto mes envió Dios el ángel Gabriel…a una virgen…y le dijo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.” (San Lucas 1, 26-28). son las palabras de Dios Padre, por medio del ángel, para con la virgen, Él le dice alégrate – que significa, dichosa, bienaventurada, salve…- ¿y tú? Él le dice: “llena de gracia”, es decir, sin pecado, porque está llena y no puede entrar ningún pecado, y tú ¿Por qué contradices a Dios, afirmando que ella si tuvo pecado y, por lo tanto, no era llena de gracia? El Apocalipsis afirma que el diablo no pudo tocar siquiera a la madre de mi Señor, del mismo modo que no pudo dañar al Hijo: “Cuando el dragón vio que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al Hijo varón. Pero se le dieron a la Mujer las dos alas del águila grande para volar al desierto, a su lugar, lejos del Dragón… entonces el Dragón vomitó de sus fauces como un río de agua, detrás de la mujer, para arrastrarla con su corriente.

“...El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra…” (San Lucas 1, 35)
Podemos notar que es el Espíritu Santo quien habla por boca de Santa Isabel, pues ella tuvo que gritar porque no aguantaba. El Espíritu Santo la llama BENDITA entre TODAS las mujeres, ¿cómo un hombre queriendo ser más que Dios, se atreve a decir que ella es una mujer cualquiera o como las demás? “… y bendito el fruto de tu vientre…” significa, que tan bendita es ella como el fruto de su vientre. “… y de dónde a mí que venga a verme la madre de mi Señor?” Una persona llena del Espíritu Santo, no le queda otro camino que reconocer que María es la Madre de nuestro Señor Jesucristo y, por tanto, su visita en nuestro hogar y en nuestra vida, ha de ser de gozo inmenso, como sucedió con Santa Isabel y San Juan. ¿Has sentido tu ese gozo? Santa Isabel: “¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!” (San Lucas 1, 45). Todos los santos han seguido éste hermosísimo ejemplo ¿Tú también afirmas lo mismo o predicas otra cosa y más bien mal pones a quien creyó firmemente al Señor, sin desconfiar ni un momento? María: ella, llena del Espíritu Santo, cubierta con la gracia y el poder del Padre y teniendo al Hijo de Dios en su vientre, exclamó “…desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada…” (San Lucas 1, 48b) ¿De qué generaciones se trata, puesto que hay personas que no cumplen ésta profecía? De las generaciones de auténticos creyentes y seguidores de Dios, pues, Él mismo fue el primero en llamarla bienaventurada, cuando le envió el mensaje con el ángel. ¿Tú has cumplido ésta profecía? El Hijo: Desde el vientre de su madre estuvo unido a María, hasta el día que muere en la cruz, en resumen, toda su vida, ¿cómo quieres imitar en todo a Cristo y en esto no? Fue hueso de sus huesos, carne de su carne, sangre de su sangre -la sangre derramada en la cruz, era la misma sangre que corría por las venas de María y que sirvió para limpiarnos del pecado- Él cumplió los mandamientos y los mandó cumplir, pero antes los vivió, entre ellos: “honra a tu padre y a tu madre…” (San Mateo 19, 19).
“¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!” (San Lucas 1, 45)
El Hijo de Dios, la amó, le obedeció, la respetó… para enseñarnos a todos los que nos llamamos hijos adoptivos de Dios, a seguir su ejemplo, por ser Él, el Hijo legítimo El Santo Rosario: ¿es verdad que el Santo Rosario no es bíblico y que es malo rezarlo? Guiémonos por la Biblia. Dios Padre, ordena a sus siervos que viven en el cielo (en la persona del ángel Gabriel) a saludar a María con estas palabras: “Salve, llena de gracias, el Señor está contigo” (San Lucas 1, 26-28); si los ángeles la saludan así, ¿por qué no hacerlo nosotros, los siervos de Dios que vivimos en la tierra? Si el Espíritu Santo inspiró a Santa Isabel para que alabara a María al igual que a Jesús diciendo: “Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre” (San Lucas 1, 48) ¿Cómo se atreve una persona a decir que cometemos pecado con bendecir a María y a Jesús como lo enseñó el Espíritu Santo?. Bendita tú…y bendito el fruto… El Avemaría, está en la Biblia y son palabras directas de Dios,mandadas a decir a la Madre del Salvador. ¡Obedezca a Dios y serás salvo! La Biblia recomienda hacer oración con salmos, himnos y cánticos inspirados (Colosenses 3, 16), fórmulas hechas por hombres, que debemos repetir con fe ¿por qué no aceptar, éstas palabras compuestas por el mismo Dios para que sean dichas a la madre del Señor de corazón, aunque se repita como cualquier salmo, himno o cántico inspirado de la Biblia?
“…desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada…” (San Lucas 1, 48b)
No podemos decir que pierda el sentido por repetir varias veces lo mismo, sino que tiene un mayor sentido, porque no es lo mismo que un novio le regale a su novia una sola rosa blanca, a que le regale varias rosas blancas que pasarían a ser, ya no una rosa, sino un ramillete de rosas blancas. Cada Avemaría, es para nosotros como una rosa, que unidas todas, forman un ramillete espiritual de rosas hermosas para la dama más pura y tierna, la Madre del amor hermoso. Rezar el rosario no es sólo obedecer lo que la Biblia manda, sino rezar como la Biblia enseña. Algunos afirman que el rosario es vana palabrería, pero, ¿acaso es vana palabrería el “Padre Nuestro” (San Mateo 6, 9-13)
“...Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo…” (San Lucas 1, 28)¿qué rezamos antes de cada decena? ¿acaso es vana palabrería dar gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo? o ¿no es a Dios a quien le corresponde la gloria? ¿Acaso es vana palabrería el Avemaría? que repite incesantemente: “bendito el fruto de tu vientre: Jesús”. El Evangelio es el relato de la vida y obra de Cristo Jesús que encierra el misterio salvífico; el rosario es la contemplación de dicho misterio, dividido en: misterios de gozo, de la vida pública, dolorosos y gloriosos. Es un transitar por la vida, observando las huellas del Maestro para reconocerle como Señor y seguir sus pisadas. Cada misterio tiene su fundamento en la palabra de Dios y es netamente evangélico, por eso los meditamos.
“..bendita tu entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre…” (San Lucas 1, 42)

El Apocalipsis afirma que las oraciones de los santos llegan hasta Dios y son como perfumes de agradable olor (Apocalipsis 8, 3-4), más todavía si va de parte de la Madre del Señor. Ella es, en fin, la que intercede por los humanos ante su Hijo, “No tienen vino”, como en las bodas de Caná, haciendo que Jesús actúe, aunque no lo tenga previsto. (San Juan 2, 1-11); ahora y en la hora de nuestra muerte: quiere decir que deseamos que nos acompañe, en todo momento, en especial en la hora de la muerte, como lo hizo con Jesús. Muchos dicen que el rosario no es oración porque es repetir fórmulas sin dirigirnos a Dios con nuestras propias palabras. Error, porque yo puedo pronunciar palabras
“..y de dónde a mí que venga a verme la madre de mi Señor?” (San Lucas 1, 43)
muy bonitas y frases muy teológicas, pero decirlas por apariencia y para que digan: ¡qué bello ora! Pero son puras palabras que se lleva el viento, aunque no las repita y sean muy mías, y sin embargo, no estoy orando. También puedo leer una oración – como se hace con los salmos y el santo rosario – ya compuesta por otro y hacerla mía, para dirigirla hacia Dios de corazón, y ésta, seguro que le agradará más a Dios que aquella; Ejemplo, un hombre puede decirle a su novia un ve

Si no hubiese sido por la virgen María, ¿cómo se hubiesen reunido de nuevo, los Apóstoles, después que muere Jesús? Ella fue la que mantuvo la fe de los discípulos de su Hijo, cuando estos cruzaban por el desierto más árido de su vida; ella les hizo esperar contra toda esperanza, les reafirmó en la fe, les recordó sus palabras, les mantuvo en la unidad y los llevó a la oración; san Lucas da testimonio de eso: “Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu, en compañía de algunas mujeres, y de María la madre de Jesús…” (Hechos 1, 14). Los Apóstoles, a pesar que compartieron con Jesús, le escucharon, lo tocaron… no pudieron pasar tres días, - cuando estuvo ausente físicamente el Señor – sin la compañía de la madre de Jesús y tú, ¿te crees tan fuerte y autosuficiente que rechazas la compañía de María durante toda tu vida? No sabes lo que te pierdes, deberías seguir el ejemplo de los Apóstoles del señor.
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San Lucas 1, 26-28 - Apocalipsis 12, 13-17 - San Lucas 1, 30 – San Lucas 1, 35 - San Lucas 1,41-43 - San Lucas 1, 45 - San Lucas 1, 48b - San Lucas 1, 45 - San Mateo 19, 19 - San Lucas 1, 26-28 - San Lucas 1, 48 - San Lucas 1, 48b - Colosenses 3, 16 - San Lucas 1, 28 - San Mateo 6, 9-13 - San Lucas 1, 42 - San Lucas 1, 43 - San Juan 20, 28 - 2 San Pedro 1, 1 - 1 San Juan 5, 20 Apocalipsis 8, 3-4 - San Lucas 1, 43 - San Juan 2, 1-11 - San Lucas 11, 1-4 - San Mateo 6, 7-9 - Hechos 1, 14